La
primera. Ya empieza la calle a bullir, o eso pretenderá algunos.
¿Tendrán éxito? ¿Es responsable? Desde finales de diciembre en
este país tenemos nuevo gobierno, no ha pasado ni un trimestre del
año 2012 ya han anunciado una huelga general. ¿Casualidad? Yo no
creo en determinadas ocasiones en la casualidad, más bien en la
causalidad. Y la causalidad, es decir el caso es que la izquierda
española no ha asimilado bien la derrota electoral, la pérdida de
un poder, que por otro lado durante 8 años de zapaterismo no
supieron administrar. La ciudadanía quiere que se la deje de
engañar, añadiría yo de “manipular”. Lógicamente cuando un
gobierno se encuentra con un panorama como el que se encontró,
cuando hay que tomar medidas serias porque el anterior gobierno dejó
el país hecho unos zorros, todos debemos arrimar el hombro en la
medida de nuestras posibilidades, y la manera más sencilla de
hacerlo en un primer momento es tener un poco de respeto y sobre todo
de “paciencia”. Respeto a un gobierno que después de dar la
oportunidad a los agentes sociales de llegar a un acuerdo sobre la
reforma laboral, incluso antes de gobernar efectivamente, y quienes
fueron incapaces de alcanzar el objetivo, motivo por el que éste
gobierno a diferencia del anterior hizo lo que tenía que hacer: gobernar; y sobre todo “paciencia” porque es necesario un margen
para una plena efectividad de las reformas acometidas, reformas que
tienen que encajar las unas con las otras como un gran puzle. Ah! Se
me olvidaba, y eso que hable de ello al principio, hace falta también
un tercer elemento “responsabilidad”, y esa nos corresponde a
todos y cada uno de nosotros en general y las fuerzas sociales
(partidos políticos, patronal, sindicatos) en particular. Una cosa
me parece evidente: siendo legal la convocatoria de huelga general,
¿es responsable hacerlo? Personalmente creo que NO, no es
responsable llamar a un país con 5 millones de parados, con una
crisis económica como la que tenemos a una huelga general, como dije
lo responsable es unirnos, arrimar el hombro y luchar por salir de
este agujero, todos unidos, no todos en la calle. Lo curioso además
es que tras ocho años de gobierno socialista, que ha sido el que nos
ha conducido con una política errática a esta situación, negando
incluso la crisis y anunciando hasta brotes verdes inexistentes, fue
objeto de una pantomima de huelga general, un amago como quien dice,
cuando cinco millones de españoles se encuentran en situación de
desempleo, ¿por qué no convocaron una huelga general de verdad para
que el gobierno socialista acometiese las reformas necesarias para
acabar con la sangría del empleo?
Creo
en resumen, que con paciencia, arrimar el hombro y sobre todo
responsabilidad debo de concluir que ni hoy día 9 de marzo ni el
próximo 29 “España es país para huelgas”.
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