Hoy en Teruel han cogido el pelo con la tijera, y en señal de protesta ante el abandono del gobierno Zapatero, han decidido hacer mullidos almohadones de cabellera infantil y senior, en un gesto que no viene a ser más que una muestra del sentir de muchos lugares de la geografía española que se sienten dejados de la mano de Dios, con un gobierno ineficaz y demagogo. Mientras, en Galicia esperábamos el gran diluvio otra vez, si bien, al menos en donde yo vivo Vigo, el sol ha sido el gran protagonista del día. Lo cierto es que estamos para pocas lluvias, pero en Santiago si ha debido de llover en consonancia a la ocasión, me refiero claro es a la asamblea del BNG, un conglomerado de partidos que no ha cerrado las heridas de su último fracaso electoral, el de las elecciones autonómicas del año pasado, y que sobrevive única y exclusivamente de la renta que supuso entrar a formar parte del bipartito xunteiro, pero que por otro lado se muestra como un conjunto de fuerzas en declive y con ninguna unidad interna.
En Madrid mientras tanto en la Conferencia del PP “un Estado eficaz” se habló de recuperar el consenso, el espíritu que inspiró la salida adelante de un texto como el de la Constitución de 1978, que supuso quebrar con el pasado y mirar hacía el futuro, con un Estado constitucional y autonomista a la vanguardia de las democracias europeas, pero que sobre todo sirvió para recuperar el espíritu de solidaridad, de cohesión, y de futuro que suponía pasar de un Estado centralista, a una progresiva descentralización en las comunidades autónomas.
Lo cierto es que el fin de semana, a veces tan aburrido, esta siendo interesante. Me pregunto si, a pesar de estar de consorte de Touriño en la Xunta, a Quintana le pasará como a los voluntarios de Teruel y le acabarán afeitando la cabeza. La respuesta mañana, aunque lo más seguro es que sigamos viéndolo con barbas y cabellera poco corta, aunque si de esta se salva, ya llegarán las municipales.
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