Una sociedad moderna, exige sobre todo el máximo respeto a los derechos individuales. Ayer en el acto de Constitución de la Corporación de Vigo asistimos, una vez más, a la actuación intolerante de unos pocos, organizados, que buscaban la imposición de la lengua en la cual realizar el juramento o promesa. Tan respetable es hablar en castellano como falar en galego, a mí particularmente lo único que me preocupa y ocupará, es que cada uno sea libre de expresarse como quiera. No podemos vivir de la imposición por el insulto, debemos de vivir en la libertad, en la libertad individual de poder expresarse en cualquiera de los idiomas que tenemos en nuestra tierra, sin menosprecios, pero sobre todo, y eso es lo más importante para lograr la convivencia, sin imposiciones. Quero poder expresarme na lingua que eu quera, quero ter a liberdade de falar con quen quera na lingua que quera, pero sobor de todo quero ter o respeto dos demais para poder facerlo. E dende eiquí fago un berro a liberdade e non a imposición.
