A
veces la sobreactuación puede conducir a la confusión, a la perdida de la
conexión con la realidad, y lo que me parece peor a que un sentimiento unánime
de la sociedad española, no patrimonio de los políticos, quede en entredicho
por la acción sobreactuada. El PP ha apoyado a las víctimas del terrorismo, ha
sufrido en sus propias carnes la acción de los violentos, ha condenado y
condena la acción terrorista, ha estado, está y estará con las víctimas y sus
familias, pero no sobreactúa. La lágrima fácil parece más una puesta en escena
convocando a la emotividad ciudadana que una defensa real de las víctimas. El
sentimiento contenido es una muestra de responsabilidad política que debe
movernos a todos nosotros, seamos del partido que seamos a reclamar que se pida
perdón a las víctimas y sus familias, que se les resarza de sus males y que
vean como la justicia y la policía siguen haciendo su trabajo. Que el Estado de
Derecho no re relaje es fundamental para cumplir con las víctimas, porque al
fin y al cabo en esta sociedad las víctimas en uno u otro sentido hemos sido
todos, que hemos vista amenazada nuestra libertad.
Ahora
debíamos pedirle al candidato socialista que ya que ha tenido tantas lágrimas
con las víctimas de ETA, que la tenga también con las que podemos considerar
como sus víctimas y las del gobierno del que fue vicepresidente, las víctimas
que un periodista el pasado viernes calificaba como “víctimas de la EPA”, con
esos 5 millones de españoles que cada mañana se levantan sin un rumbo fijo, con
todas esas familias que debido y ahí, si es culpa de los socialistas, no tienen
trabajo, ni esperanza de tenerlo, ni oportunidades, que tienen coartada su
libertad personal, que no saben que decirles a sus hijos, ni a sus familias,
que saben que igual mañana no tienen para comer. También debe el señor
Rubalcaba, como candidato socialista, pedir perdón a los 11 millones de
votantes que tuvieron en el 2008, por haberles engañado, por haberles prometido
“el pleno empleo” y traer en su lugar miseria y paro a la vida de muchos de
ellos. Ni pleno empleo, ni mucho menos motivos para creer, si muchas familias
tienen motivos para ser descreídos y llorar, llorar mucho en la intimidad de
sus hogares.
Es cierto que a los españoles nos preocupa el
fin del terror, es una ganancia de todos y cada uno de los demócratas, pero a
día de hoy, en pleno mes de octubre de 2011 nos preocupa algo más tener un
trabajo digno que recupere no sólo nuestra confianza personal y nuestra economía,
sino la esperanza y futuro de todo un país. Por ellos debería llorar el señor
Rubalcaba en señal de arrepentimiento por la ignominia de quien engaño a la
ciudadanía por su propio rédito personal, lo demás son puestas en escena que
buscan nuevamente el engaño.
2 comentarios:
E o PP que fixo. Menudo facha botarate...
Amigo anónimo no es necesario insultar. Si quieres saber lo que hizo el PP te lo digo con respeto y educación: crear de 1996 a 2004: 5 millones de empleos. En idéntico periodo el PSOE 5 millones de parados. Algo se hace distinto ¿no?.
Espero haberle sido de ayuda.
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