Os voy a contar una breve historia:
Manolo, tiene ya 60 años. Un buen día de agosto sufre un desmayo, entra en coma
y es trasladado a un centro hospitalario. Allí es tratado por Jose Luis el
neurocirujano de turno, que le realiza las primeras pruebas, ordena adoptar las
primeras medidas, a fin de estabilizar al enfermo y le realiza unas pruebas.
Vaya el enfermo tiene localizado en el cerebro un tumor, es necesario una
cirugía. Parece todo localizado, el doctor Jose Luis hace su informe lo mete en
la historia clínica del paciente, y todo queda programado para la operación,
mientras tanto el paciente recibe tratamiento. En este ítere, el cirujano Jose
Luis es sustituido en el servicio de neurocirugía del hospital y es sustituido por otro profesional, Mariano
para más señas, que es el responsable de afrontar la complicada operación del
tumor en un órgano tan delicado como el cerebro. Y llega el día, el enfermo
Manuel es anestesiado, llevado a quirófano, se inicia el proceso, el cirujano
abre el cráneo siguiendo los informes que existen en la historia clínica y vaya
efectivamente el tumor estaba allí pero la extensión del tumor, quizá por la
desidia de haber esperado tanto a la operación, no se correspondía con lo
informado, era necesario acometer una operación más invasiva, no prevista y dar
luego un tratamiento de radioterapia tampoco previsto. ¿Qué debe de hacer el
cirujano Mariano en este caso? Dos opciones: la primera por no dejar quedar mal
a su compañero de profesión Jose Luis puede negar la extensión del tumor,
limitarse a realizar la operación tal y como tenía prevista aquel, y esperar.
Solución final: el paciente empeorará y acabará muerto. La segunda de las
opciones, es más dolorosa porque implica saltarse algún principio como puede
ser el del corporativismo médico, pero es más efectiva para el paciente se le
va a salvar la vida y podrá disfrutar de un futuro más esperanzador. ¿Qué
hacemos? Yo lo tendría claro de ser el paciente: ¡QUIERO VIVIR!.
A veces es difícil explicar las
cosas, pero somos los propios implicados lo que lo hacemos así. A mí
personalmente me gusta recurrir a ejemplos, a ejemplos sencillos que por
cotidianos muchas veces acercan grandes temas al entendimiento de todos. Creo
que volverse demasiado rebuscado en la explicación de algunos temas, no viene
sino a perjudicarnos a todos. Ahora asistimos a como el gobierno central
dirigido por el PP tiene que asumir medidas impopulares, y que estoy convencido
en otras circunstancias no serían asumidas, pero que la gravedad de la
situación impone el adoptarlas. Pero bueno a estas alturas todos hemos oído a
través de la televisión hablar de términos como prima de riesgo, déficit público, endeudamiento, intervención, y otros
palabros económicos más a las veces inteligibles. El gobierno ante situaciones
extraordinarias y ocultas ha actuado como por otro lado prometió. Se adoptan
medidas no sólo para estabilizar al paciente e intentar quedar bien con unos
pocos, sino medidas profundas que entiende son las precisas para salvar la
situación. Alguien se imagina una operación a medias en la que luego tuviese
que venir otro cirujano de fuera a ponernos la cara colorada.
Empleo, prosperidad, futuro,
vida, esperanza y salud, eso nos deseamos todos cuando arranca un nuevo año, y
yo desearía también prudencia en la crítica, apoyo en las dificultades y sobre
todo fe en que todos unidos podremos salir de esta triste enfermedad llamada
CRISIS, para llevar una vida mejor son salud para todos.
1 comentario:
DE ACUERDO EN CASI TODO JORGE PERO YO OPINO QUE LOS QUE HAN GENERADO ESTE DESASTRE NO SE PUEDEN IR DE ROSITAS,YO VOTO P.P. PERO NO PODEMOS PERMITIR QUE EL QUE NOS ARRUINO COBRE EN SU RETIRO MILES DE € AL AÑO Y A LOS TRABAJADORES SE LES RECORTE LO POCO QUE TIENEN,QUE LOS LADRONES DEVUELVAN LOS DOBLONES AL PUEBLO
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